
¿A qué se denomina eutanasia?
En términos médicos, se llama eutanasia a las acciones (o incluso omisiones) que se realizan para evitar el sufrimiento a pacientes con enfermedades terminales o incurables, siempre y cuando, la aceleración de su muerte se haga con el previo consentimiento del propio paciente. Tiene como fin primordial evitar que el paciente sufra de manera insoportable (o en algunos casos, la prolongación artificial del propio individuo mediante reparación molecular entre otros). El enfermo, necesariamente, debe padecer una enfermedad terminal o incurable, y después, el personal médico debe haber contado con la autorización del paciente para realizarlo.
Junto a esto, hay que relacionar el término de "muerte digna" (anteriormente denominado ortotanasia), es decir, el derecho del paciente a morir de forma digna, sin hacer empleo de medios desproporcionados y extraordinarios para mantener la vida. Se trata de que, ante enfermedades terminales e incurables se actúe con tratamientos paliativos para evitar el sufrimiento del individuo, recurriendo a medidas razonables hasta que llegue la muerte. Es uno de los aspectos más defendidos por las religiones, frente a la propia eutanasia.
¿Dignidad ante la muerte con o sin dolor?
La ortotanasia o muerte digna se asocia como "aquella que se hace sin ensañamiento terapéutico hacia el paciente, con tratamientos paliativos del dolor, encaminados a paliar de alguna forma el sufrimiento.
He aquí mi opinión: desde mi punto de vista subjetivo, alguien puede estar convencido al cien por cien de que a ese individuo le va a hacer un bien procurarle su muerte. Pero si convertimos los sentimientos en fuente de la moralidad de los propios actos, entonces se hablaría de ello como una acción inhumana: quien decide practicarla o ayuda a que se practique puede actuar creyendo que beneficia a quien da muerte, pero objetivamente su acción es repudiable, pues está arrogándose el derecho de decidir qué es bueno o malo para el otro. Si la convivencia social se fundamentara en los sentimientos subjetivos, olvidando por completo las realidades morales objetivas, no se podrían establecer normas de comportamiento y seria como estar en una selva, en la que imperaría la ley del más fuerte, ya que "toda acción voluntaria es vista por su autor como un bien".
Pero, por otra parte, hay un colectivo que opina que hay situaciones en las que la vida de un ser humano se encuentra en tal estado de deterioro, que no se podría decir que eso es llevar una vida humana, y en este aspecto que destaco aquí, discrepo totalmente. Seria una opinión que no sería nada fácil de aceptar, ya que el derecho a la vida deriva de una forma directa, de la dignidad del individuo, y todo ser humano, por muy enfermo que esté, nunca van a dejar de ser humanos, ni su ida va a dejar de ser respetada, lo cual , por contra, haría pensar que, la visión dramática de las minusvalías profundas conduce de manera irreversible a hacer depender el derecho a la vida a la calidad de la misma, lo cual hace que la vida esté sometida a "control de calidad" cada vez más exigente, en función del grado de egoísmo o de comodidad imperante en nuestra sociedad a día de hoy.
Casi siempre, en toda la historia de la humanidad, el ideal de garantizar el respeto a la vida en las costumbres y leyes por una parte, y las formas humanas de relación basadas en la violencia, prejuicios o ideologías que niegan que determinados seres humanos merezcan o tengan derecho a vivir por otra parte, siempre han estado en constante tensión.
Libertad de decisión ante la propia muerte:
También hay que destacar que, desde el principio de los tiempos, el hombre ha aprovechado su libertad, independientemente de si bien o mal, a la hora de decidir su propia muerte. Se habla de libertad en el sentido de entender la mera facultad de hacer o no hacer cosas, o hacer una u otra, con lo cual, se podría constatar que el hombre puede actuar sin sentirse coaccionado, sin tener en cuenta si lo que hace esta bien o mal, si es justo o injusto, o si, por el contrario, debería ser juzgado, y en su caso, castigado. También se podría entender el concepto de libertad para designar las conductas humanas que reflejan la posibilidad del hombre de realizar lo mejor de lo que es capaz, añadiendo, en este caso, una connotación ética a los actos considerados libres. Quizá, el hombre, puede usar su libertad para decidir acerca de su propia muerte, siempre y cuando la tome con plenitud de facultades y sin sentirse coaccionado.
Es totalmente falsa la idea de que los médicos pueden tomar cualquier decisión a la hora de mantener con vida a sus pacientes, ya que el derecho español se basa en que, el principio del tratamiento médico solo es legítimo si el paciente se lo consiente. Ahora bien, la libertad del paciente para recibir o no un determinado tratamiento, o sufrir o no una intervención quirúrgica, no llega hasta el extremo de obligar al médico a cometer un delito como quitarle la vida.Por el contrario, si un médico actúa n contra de la voluntad de su paciente, corre el riesgo de encontrarse ante un delito de coacciones.
Yo me considero de esas personas (No importa el que yo sea estudiante de medicina. Incluso uno que no es medico, es decir, cualquiera) que piensan que nadie quiere que una persona, sea cercana o la propia persona, tenga una vida de sufrimiento, pero no quiere decir que con nuestra vida podamos hacer lo que nos venga en gana. Solamente vivimos una vez, la vida es corta, por desgracia, y un doctor, lo que nunca tratará hacer es acabar con la vida de una persona, tenga la enfermedad que tenga, sino que trata de paliar su sufrimiento, sin hacerla daño en el aspecto moral. Y es totalmente cierto que los médicos, por la normativa que hay en los centros de salud, y también, por cuestiones éticas, y por legislación, no están autorizados a “quitar la vida” a un paciente que lleva sufriendo dolores insoportables durante mucho tiempo, o a uno que tenga un determinado tipo de cáncer, o cualquier otra enfermedad terminal, e incluso una parálisis, y es por lo que digo, que también es por cuestión de moral, porque entonces, el trabajo que hacen los médicos no sería digno ni mucho menos, sino que en ese sentido, estarían delinquiendo una y otra vez.
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